La generación de capacidades en las comunidades afectadas por el conflicto armado, migrantes y/o víctimas de eventos de variabilidad climática, resulta vital para poder tener en forma estratégica, respuestas efectivas, coordinadas e imparciales que permitan solventar las necesidades básicas y la protección de los derechos a todos sus integrantes. La protección comunitaria consiste en brindar la habilidad para crear procesos organizativos, mecanismos de autoprotección y la formulación de estrategias articuladas con la infraestructura institucional en sus territorios.
Estas acciones tienen como resultado que las comunidades tengan la capacidad de reconocer los riesgos y las amenazas que se presentan en su entorno, es la posibilidad de priorizar las acciones para fortalecer sus entornos seguros y generar mecanismos de denuncia frente a la violación de los derechos humanos.